España puede producir en su territorio el 96% de los alimentos para su población

Publicado por Olga Rada en

Estas son las conclusiones del informe recién publicado por Amigos de la Tierra: «La urgencia de una transición agroecológica en España«. La independencia alimentaria y energética de nuestro sistema alimentario es posible, pero necesitamos un cambio en nuestra dieta y una apuesta clara por la producción agroecológica.

Actualmente, según el informe, para alimentar a la población española son necesarios 25 millones de hectáreas de tierras de cultivo nacionales y 9,2 millones de ha de otros países . Y con los cambios propuestos por Amigos de la Tierra se utilizarían menos de 1 millón de ha del exterior para este fin. Con lo que el 96% de los alimentos que necesitaríamos estarían producidos en nuestro territorio.

En cuanto al uso de la energía, nuestro modelo alimentario es altamente dependiente de los combustibles fósiles, usando una media de 118 millones de barriles de petróleo equivalentes anuales (el 25% del total de barriles que se consumen en España al año). Y el modelo agroecológico unido al cambio de dieta ayudaría a disminuir estas cantidades a solo 19 millones de barriles de petróleo equivalentes al año (una reducción del uso de combustibles fósiles de un 84%).

Pero además es que nuestro sistema alimentario actual emite más de un tercio de los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. La huella de carbono asociada al suministro de alimentos en España es de 100 MtCO2e, de los cuales 34 MtCO2e corresponden a productos estatales, mientras que la huella de los alimentos o materias primas importadas es de 66 MtCO2e. Por otro lado, la huella de los alimentos de origen animal asciende a 91 MtCO2e. El escenario agroecológico lograría una reducción de 124 Mt CO2e, el equivalente al triple de lo que emiten todos los coches en España en un año, dejando una huella de carbono negativa de -24 MtCO2e

Plantear una transición agroecológica con cambios en la dieta permitiría una reducción del 100% en el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos y la reducción en un 87% de la contaminación del agua por nitratos. Todo esto garantizaría cumplir olgadamente con la Directiva de Nitratos de la Unión Europea, las Estrategia europeas de la Granja a la Mesa y de Biodiversidad, así como con los próximos Reglamentos europeos de Deforestación importada y de uso sostenible de los productos fitosanitarios.

En el escenario de cambio de dieta estudiado, la pérdida y desperdicio alimentario se reducen a la mitad y se elimina la importación de productos de origen animal (carne, leche, huevos y pescado). También se elimina la importación de materias primas para alimentación animal, por lo que la cabaña y la producción ganadera se ajusta a las posibilidades del territorio, se priorizan algunas fuentes para los monogástricos (ej. tortas de maíz, guisantes, otras leguminosas) y se dejan los forrajes, paja y pastos para los rumiantes. De este modo, el consumo de productos de la ganadería se limita a la producción con recursos locales. Por otro lado, también se asumen cambios en el consumo de otros tipos de productos para lograr una dieta más saludable, incluyendo reducir a la mitad el consumo de azúcar, doblar el consumo de verduras y triplicar el de legumbres.

Los datos muestran que la producción local puede garantizar un consumo proteico adecuado, reduciendo la proteína animal procedente del exterior y aumentando la producción sostenible en nuestro territorio. Además, las zonas de pastos pueden cerrar ciclos de nutrientes, mejorar la biodiversidad, absorber carbono o reducir los riesgos de incendio; además de todos los beneficios culturales y ecosociales que supone para nuestros pueblos aumentar las producciones agrícolas y ganaderas.

En palabras de la propia organización: «esta investigación demuestra que podemos alcanzar la soberanía alimentaria y la independencia energética en nuestro modelo alimentario. La transformación hacia sistemas más resilientes, justos y sostenibles es de obligado cumplimiento para garantizar el bienestar de la población y del medio ambiente aquí y en los países del Sur Global. La transición agroecológica en España es posible, necesaria y urgente. Es necesario que los decisores políticos tomen nota de los resultados de la investigación y que adopten estas medidas de cara a la aplicación de la Política Agraria Común Europea (PAC).»


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