Acortar cadenas, mitigar el cambio climático

Publicado por Verónica García en

Mientras que el cambio climático incide en nuestra dieta, nuestros sistemas alimentarios (y, por tanto, nuestra dieta) afectan asimismo al cambio climático. La producción y el consumo de alimentos son responsables del 19%-29% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de origen humano, el 60% de la pérdida de biodiversidad terrestre y el 70% del consumo de agua dulce.

Los alimentos de origen animal, especialmente las producciones industriales, son la principal causa, los productos ganaderos representan un 14,5% de las emisiones de GEI (FAO, 2013a).

Para 2050, las emisiones de GEI originadas en el ámbito de la alimentación y la agricultura podrían incrementarse hasta el 80% debido al aumento del consumo de productos de origen animal.

Mientras tanto, las dietas han empeorado a nivel mundial (Panel Mundial sobre Agricultura y Sistemas Alimentarios para la Nutrición, 2016), lo que ha conducido a un incremento de las enfermedades no transmisibles (ENT), especialmente la diabetes tipo II, las cardiopatías coronarias y determinados tipos de cáncer.

En la Declaración de Roma de la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) se subraya la necesidad de hacer frente a los efectos del cambio climático y otros factores ambientales en la seguridad alimentaria y la nutrición. Su interés recae en el fortalecimiento de los sistemas alimentarios sostenibles mediante la formulación de políticas públicas cohesivas desde la producción hasta el consumo, en los todos sectores, a fin de promover una buena nutrición y dietas saludables y diversificadas para todos.

Tambien el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, aprobado en 2015, dio paso a una nueva era en la respuesta mundial al cambio climático. El Acuerdo tiene por objetivo contener el aumento de la temperatura mundial durante este siglo muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales.

En él se estipula que el derecho a la salud, y por tanto, a la alimentación saludable, será un elemento central de la acción por el clima a nivel nacional.

En este contexto, la promoción de sistemas alimentarios sostenibles y hábitos dietéticos saludables es fundamental para reducir las emisiones y cumplir los objetivos de mitigación del cambio climático, nutrición y salud establecidos (OMS, 2016). El Acuerdo de París es el primer acuerdo internacional sobre el cambio climático en el que se otorga prioridad a la seguridad alimentaria.

Por ello, desde la Estrategia Alimentaria de Valladolid, desarrollamos políticas integrales de apoyo a la producción local y sostenible como medida de mitigación al cambio climático. Así como acciones de sensibilización y de acceso igualitario al consumo saludable y sostenible.

Y participamos en la campaña #youplateyourplanet


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