16 de octubre, día Mundial de la Alimentación

Publicado por Olga Rada en

Pocas cosas son tan comunes a todas las personas del planeta como la necesidad de comer diariamente. Es un gesto cotidiano que tiene muchas implicaciones: en nuestra salud, en nuestra economía, en el medio ambiente y la diversidad planetaria, en la economía de los territorios o de determinados sectores, en la vulnerabilidad de determinados colectivos, en la calidad de vida de trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, etc. Como demuestras varios estudios, la alimentación es el acto de consumo que más influye en la sostenibilidad ecológica de las actividades humanas.

¿Sabías que nuestro actual sistema alimentario, globalizado y basado en gran parte en comida industrializada, fertilizantes y plaguicidas derivados del petróleo, cultivos intensivos y transportes de alimentos al rededor de todo el mundo, genera 1/3 del total de los gases de efecto invernadero que están provocando el cambio climático? Tus decisiones de compra alimentaria están influyento más en el medio ambiente que tu manera de transportarte, seguramente.

¿Sabías que las dietas de mala calidad causan 11 millones de muertes al año, el 20% de la mortalidad prematura por enfermedades en todo el mundo?. La falta de productos frescos o el acceso a alimentos en general, la pérdida de nutrientes y la presencia de tóxicos químicos, medicamentos, etc en los alimentos producidos de forma intensiva y convencional, el exceso de azúcar, sal y grasas saturadas en nuestros menús diarios, la comida ultraprocesada y un largo etc, generan problemas graves de salud. La FAO, en su último informe sobre El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo en 2021, advierte que tras la pandemia millones de personas en todo el mundo sufren inseguridad alimentaria y diferentes formas de desnutrición porque no pueden pagar el costo de una dieta saludable.

Pero también propone soluciones transformadoras a los sistemas alimentarios actuales, tal y como están haciendo muchas entidades, territorios, administraciones y particulares en todo el mundo. Su lema para este año ha sido «No dejar a nadie atrás» en temas de alimentación.

Las políticas alimentarias locales (como la puesta en marcha en Valladolid), los numerosos proyectos activos por todo el estado sobre producción agroecológica, circuitos cortos de comercialización, autoabastecimiento alimentario, apoyo a las pequeñas producciones familiares locales, etc, no hacen más que poner en evidencia que el cambio a otro sistema alimentario no solo es necesario sino también posible.

Así lo demuestran proyectos como YourPlateYourPlanet, que asumido por 24 grandes ciudades en todo el mundo en el marco del Reto de Barcelona, propone disminuir sus emisiones de CO2 equivalente gracias a las políticas alimentarias locales puestas en marcha.

O proyectos más sencillos que nos ayudan a hacer cambios en nuestros hábitos alimenticios y de compra. Como esta Guía que presenta Greenpeace para conocer cuales son las frutas y verduras de temporada, que nos ayudan a elegir mejor nuestras compras diarias.

Todos ponen en evidencia que el cambio es posible y que somos muchas poniéndolo en marcha.


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